lunes, 3 de septiembre de 2007

Eva restricta



Una vez hechas las averiguaciones y concluidos los interrogatorios, mi padre decidió castigarnos. A mí, me expulsó de su casa y suspendió toda clase de prerrogativas, me dijo: “En adelante, te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. A Eva le dijo cosas peores. Ahora, es la dueña del dolor. Con todo, lo bueno es que hemos nacido a otra vida. Pero a Eva cualquier cosa le duele.

2 comentarios:

Lena yau dijo...

Este texto SIEMPRE me ha gustado... !qué bueno que lo posteaste!

Besos a los 5!

El Antojólogo dijo...

Qué bueno que te gusta. La verdad no sabía que lo conocías.

Saludos también para tus chicos...